domingo, 30 de noviembre de 2008

Lucia

Vuela esta canción para ti Lucia
la más bella historia de amor
que tuve y tendré
es una carta de amor

Que se lleva el viento pintado en mi voz
a ninguna parte a ningún buzón

No hay nada más bello que lo que nunca he tenido
nada más amado que lo que perdí
perdóname sí hoy busco en la arena
esa luna llena que arañaba el mar

Si alguna vez fui un ave de paso
lo olvide para anidar allá en tus brazos

Si alguna vez fui bello y fui bueno
fue enredado en tu cuello y en tus senos
si alguna vez fui sabio en amores
lo aprendí de tus labios cantores
si alguna vez ame si alguna día después
de amar amé fue por tu amor lucia

Lucia
Tus recuerdos son cada día más dulces
el olvido solo se llevo la mitad
y tu sombra aún se acuesta en mi cama
con la oscuridad entre mi almohada y mi soledad

No hay nada más bello que lo que nunca he tenido
nada más amado que lo que perdí
perdóname sí hoy busco en la arena
esa luna llena que arañaba el mar
si alguna vez ame si algún día después
de amar amé fue por tu amor lucia
Lucia
Joan Manuel Serrat ("Mediterraneo" 1971)

martes, 18 de noviembre de 2008

La Canción de Pinocho

Al viejo hospital de los Muñecos
Llegó el pobre Pinocho malherido,
Cuando un cruel espantapájaros bandido,
Lo sorprendió dormido y lo atacó.

Llegó con su nariz hecha pedazos,
Y una pierna entre partes astilladas;
Una lesión interna y delicada,
Que el medico de guardia no advirtió.

Al viejo cirujano llamaron con urgencia,
Y con su vieja ciencia todo lo remedió;
Y nos dijo a los otros muñecos internados,
Todo esto será en vano le falta el corazón.

Entonces vino el hada protectora,
Y viendo que Pinocho se moría;
Le puso un “Corazón” de fantasía,
Y Pinocho sonriendo despertó.
Y Pinocho sonriendo despertó
Tururun tuntún.

(Canción Popular Argentina)

viernes, 14 de noviembre de 2008

Cierro los ojos y estoy en medio del mar

Perdí varias cosas en Buenos Aires. Por el apuro o la mala suerte, nadie sabe adónde fueron a parar. Salí con un poco de ropa y un puñado de papeles.

No me quejo. Con tantas personas perdidas, llorar por las cosas sería como faltarle el respeto al dolor.

Vida gitana. Las cosas me acompañan y se van. Las tengo de noche, las pierdo de día. No estoy preso de las cosas; ellas no deciden nada.

Cuando me separé de Graciela dejé la casa de Montevideo intacta. Allí quedaron los caracoles cubanos y las espadas chinas, los tapices de Guatemala, los discos y los libros y todo lo demás. Llevarme algo hubiera sido una estafa. Todo eso era de ella, tiempo compartido, tiempo que agradezco; y me lancé al camino, hacia lo no sabido, limpio y sin carga.

La memoria guardará lo que valga la pena. La memoria sabe de mí más que yo; y ella no pierde lo que merece ser salvado.

Fiebre de mis adentros: las ciudades y la gente, desprendidos de la memoria, navegan hacia mí: tierra donde nací, hijos que hice, hombres y mujeres que me aumentaron el alma."

Eduardo Daleano